La irrupción del candidato presidencial colombiano Rodolfo Hernández, un populista con un método de campaña poco tradicional, ha obligado al izquierdista Gustavo Petro, el más votado en la primera vuelta, a adaptar su estrategia para el balotaje, saliendo de las plazas públicas y cuestionándolo en temas como el feminismo.
"Es natural que cuando hay un resultado tenemos que revisarlo", aseguró a Efe el jefe de debate de Petro, Alfonso Prada, quien explicó que en estas semanas se van a centrar más en redes sociales, en acercarse a los municipios "donde internet no llega", ya sea presencialmente o mediante radios locales, y en hacer entender que son el "cambio real, el cambio serio".