La violencia armada en Nueva York se redujo un 13 % en los primeros seis meses del año, respecto al mismo periodo de 2021 y el número de víctimas (muertos y heridos) por disparos también disminuyó un considerable 11 %, aunque aumentaron el resto de crímenes en la ciudad, según datos de la Policía municipal.
Nueva York, que como el resto del país ha sido testigo de un aumento rampante de los tiroteos y de los crímenes con armas de fuego, ha visto una reducción en este tipo de sucesos, por primera desde el estallido de la pandemia de covid-19, cuando la ciudad presumía de haber reducido la criminalidad a su índice más bajo en medio siglo.