Túnez votará en dos días un proyecto constitucional rodeado de dudas tanto por el contenido como por el opaco proceso de redacción, diseñado por un solo hombre: el presidente Kais Said que gobierna con plenos poderes.
Redactada en menos de un mes y a puerta cerrada, el texto sustituirá, de aprobarse, al de 2014 -elaborado por una asamblea constituyente y un diálogo nacional de dos años- e introduce "un sistema ultrapresidencialista", que debilita el papel del Parlamento y otorga poderes "sin controles ni equilibrios" al jefe del Estado.