El presidente de Chile, Gabriel Boric, concretó este martes un giro hacia el centro tras el aplastante rechazo a la nueva Constitución, resultado que ha sacudido las bases de su gestión y obligado a reestructurar el corazón de su gabinete en busca de una relación más fluida con el Congreso, clave para el futuro proceso constitucional.
Desde el Palacio de La Moneda, Boric anunció la salida de dos de sus pilares: la ministra de Interior, Izkia Siches, médico independiente que enfrentó dificultades tempranas una vez asumido el cargo, y Giorgio Jackson, ministro Secretario General de la Presidencia (Segpres), su mano derecha, al que entregó un ministerio de menor relevancia.