La grabación del desnudo frontal de un actor durante una obra de Broadway por parte de un asistente del público, y su posterior filtración en las redes sociales, ha suscitado esta semana una acalorada polémica en Estados Unidos sobre la privacidad de los profesionales y cómo garantizarla.
El afectado, Jesse Williams, uno de los protagonistas de la obra sobre la homofobia en el deporte "Take Me Out", por la que ha recibido una nominación a un premio Tony, ha recibido numerosas muestras de apoyo desde que este martes salieran a la luz unas imágenes de su actuación grabadas por un espectador que estaba infringiendo las normas.