El Ejército ruso mantiene un día más su presión sobre la zona del Donbás, en el este de Ucrania, con continuos bombardeos, mientras las tropas ucranianas tratan de lanzar una contraofensiva para reconquistar zonas del sur ahora controladas por el Kremlin.
Dentro del Donbás, y después de que los rusos se hicieran con prácticamente el control de la región de Lugansk, los ataques se centran en la vecina Donetsk, donde dos de sus poblaciones, sufren los mayores asedios: Siversk y Sloviansk.