El precio de las entradas para el Abierto de Estados Unidos ha tenido un incremento vertical en los últimos días y este viernes, a diez días del comienzo del torneo, la entrada más barata para asistir a las finales del 11 de septiembre cuestan más de 360 dólares.
Los mejores asientos en el Arthur Ashe para el día de las finales masculina y femenina cuestan más de 4.
000 dólares, impuestos excluidos, y confirman la gran expectación para asistir al torneo de este año.