La operación de rescate de los últimos defensores de la acería Azovstal continúa en Mariúpol, en el sur de Ucrania, donde ya se han entregado casi 2.000 combatientes, mientras Rusia intensifica los ataques en el Donbás, donde la situación es equiparable a "un infierno", según el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski.
"Las fuerzas ucranianas siguen avanzando en la liberación de la región de Járkov. Pero en el Donbás los ocupantes intentan aumentar aún más la presión. Es un infierno y no es una exageración", afirmó Zelenski en una alocución televisada.