Los traficantes de migrantes de la tragedia de San Antonio (Texas), que ha dejado hasta ahora 50 muertos y 12 hospitalizados, usaron la información de un camión legal para el vehículo en el que transportaron en condiciones infrahumanas y de hacinamiento a decenas de mexicanos y centroamericanos.
El uso de estos vehículos ya había dejado en julio de 2017 en esa misma ciudad a 10 inmigrantes muertos debido a las temperaturas extremas y a la falta de ventilación a las que fueron sometidos en un camión que fue hallado en un estacionamiento de Walmart.