Aunque las autoridades de Vietnam se han volcado en las nuevas tecnologías para influir en la población, se resisten a abandonar viejas formas de propaganda que triunfaron el siglo pasado, como los carteles o los altavoces públicos, que regresan a las calles de Hanói después de cinco años.
La decisión del nuevo alcalde de la capital vietnamita de reactivar de forma progresiva desde ahora a 2025 los altavoces que habían ido quedando en silencio desde 2017 ha sorprendido a los vecinos, que en su mayoría ven en la megafonía, tan popular durante la guerra, una forma de comunicación poco efectiva, anticuada y ruidosa.