Liz Truss desplegó este miércoles control, eficiencia y perseverancia en su primera intervención como primera ministra en la Cámara de los Comunes, lo que la aleja del estilo desorganizado e histriónico de su antecesor, Boris Johnson, de quien sin embargo se confiesa admiradora.
La líder conservadora, que ayer asumió las riendas del Gobierno del Reino Unido, empezó dubitativa pero cobró fuerza, sin perder su tono pausado y algo monótono, en su careo frente al líder laborista, Keir Starmer, quien no logró desestabilizarla con su habitual análisis técnico.