Activistas en la mexicana ciudad fronteriza de Tijuana alzaron la voz para pedir a las autoridades de Estados Unidos que no cierren definitivamente la parte que les corresponde del Parque Binacional de la Amistad, ubicado en la zona costera fronteriza entre ambos países.
Los inconformes argumentan que durante todos estos años el parque —que recientemente cumplió 51 años de haber sido inaugurado por la entonces primera dama Patt Nixon— ha representado “una hermandad” entre México y Estados Unidos y ha sido fundamental para la reunificación de familias que llevan muchos años sin verse, algo que acabaría con el cierre definitivo.