La NASA se prepara para emprender una misión digna de una película: estrellar una nave no tripulada de 330 millones de dólares contra un asteroide para desviar su trayectoria, en un viaje que supone la culminación de más de cinco años de trabajo de un equipo de científicos en Estados Unidos, que busca defender a la Tierra de amenazas espaciales.
El 26 de septiembre la nave DART tiene previsto chocar intencionalmente con el asteroide Dimorphos, ubicado a 11 millones de kilómetros de la Tierra, para poner a prueba una nueva tecnología que busca proteger nuestro planeta de posibles colisiones de objetos espaciales.