Al pan amasado, el aguacate y el té, los componentes habituales de la tradicional “once” (merienda) chilena, un grupo de ancianos agregó este martes un ingrediente sorpresa: un ejemplar de la nueva Constitución, sobre la que tendrán que decidir el próximo septiembre en un plebiscito obligatorio.
Tomar la "once" mientras se lee y se debate sobre la propuesta de carta magna es la premisa de esta original iniciativa, conocida como “La Once Constituyente”, impulsada por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y varias organizaciones de la sociedad civil.