El presidente de Perú, Pedro Castillo, afronta una decisiva semana en el gobierno cuando ofrezca el balance de su primer año en el Ejecutivo, pero asediado por cinco investigaciones de la Fiscalía por corrupción que alientan a sus opositores a plantear su destitución.
Desde el primer día en el Ejecutivo, el izquierdista Pedro Castillo, exlíder del sindicato de maestros, tuvo a la mayoría de la clase política en el Congreso en contra, encabezados por Fuerza Popular, el partido conservador de su exrival electoral Keiko Fujimori.