Desde mensajes telefónicos entre amigos a la búsqueda en Google de un centro de salud reproductiva: Los datos de los usuarios que almacenan las compañías tecnológicas pueden ser usados en Estados Unidos para acusar de un delito, incluido el de abortar en los territorios donde está prohibido.
La entrega a un juez de un chat privado en Facebook que sirvió para una acusación de aborto en Nebraska ha levantado las alarmas en este país que carece de ley de protección de datos, y en un momento en el que muchos estados están restringiendo el aborto o lo están prohibiendo después de que el Tribunal Supremo de EE.
UU. acabase con la protección constitucional de este derecho reproductivo.