Rusia comparte una alianza con el régimen golpista de Mali que confía en extender a otros países del Sahel para convertirse en la potencia más influyente en esa estratégica e inestable región, eslabón geográfico entre el Golfo de Guinea y el Norte de África.
Esa es la tesis de la académica y periodista española Beatriz Mesa, que en un libro de publicación reciente disecciona los motivos de la inseguridad que prevalece en el norte de Mali, nudo gordiano del Sahel y donde el conocido como Grupo Wagner es la punta de lanza de la presencia armada rusa en la región.