Después de varias semanas sin cambios significativos en el frente, el Ejército ucraniano le ha dado un vuelco a la campaña con varias acciones de sabotaje en el Donbás, el corredor del sur y la anexionada península de Crimea, que han dejado al enemigo ruso sin respuesta.
"Nuestra estrategia es destruir la logística, las líneas de abastecimiento, depósitos de municiones y otras infraestructuras militares.
Esto provoca el caos en las filas rusas", dijo Mykhailo Podoliak, asesor presidencial, en declaraciones a la prensa.