China ha reaccionado con firmeza a la visita a Taiwán de la presidenta del Congreso de EE.UU., Nancy Pelosi, pero el hecho de que aguarde a la salida de la demócrata para empezar los principales ejercicios militares en respuesta sugiere que Pekín quiere evitar una escalada descontrolada de la crisis.
Se trata de maniobras militares con fuego real en seis zonas alrededor de Taiwán que China anunció al aterrizar Pelosi el martes en Taipei y que en principio comenzarán el jueves, cuando la estadounidense, que ha abandonado la isla este miércoles, se encuentre en Corea del Sur. Los ejercicios concluirán el domingo.