El amago de traición de Marion Maréchal Le Pen a su tía Marine ha provocado este viernes un terremoto en la precampaña de las presidenciales francesas, a menos de tres meses para las elecciones, y relanza al polemista Éric Zemmour en la carrera por el liderazgo de la extrema derecha.
Alejada de la vida política desde hace cuatro años, dedicada a la universidad privada que fundó y embarazada de cuatro meses, la política de 32 años, considerada la heredera del clan que encarna la ultraderecha francesa, ha abierto la puerta a crear un cisma familiar, pero también político.