Panamá lanzó este viernes una amplia campaña de seguridad en la selva del Darién, su complicada frontera con Colombia, para combatir y repeler a grupos insurgentes y del crimen organizado dedicados al tráfico de personas, de drogas, la minería y la tala ilegal.
La espesa selva del Darién, frontera natural de Panamá y Colombia de 266 kilómetros, ha sido utilizada por años para el tráfico de drogas, armas y personas, lo que ha generado crisis periódicas en la región.