El resultado incierto del referéndum constitucional de ese domingo levanta expectación entre los chilenos residentes en España, que votan entre la esperanza de que propicie el diálogo nacional y un cambio social y el temor de que retrocedan derechos como la propiedad privada.
El sufragio es voluntario para los chilenos con domicilio electoral en el extranjero y deben estar registrados para poder votar, mientras que es obligatorio en el propio país, algo que ocurre por primera vez desde 2012.