Gustavo Petro asume este domingo como primer presidente de izquierdas de Colombia, culminando una senda de la que otros predecesores con sus mismas ideas fueron expulsados, después de que sufrieran persecuciones, amenazas e incluso asesinatos.
La llegada de un exguerrillero a la Presidencia de Colombia -aunque a Petro le gusta más que le llamen revolucionario- es casi tan significativa como el hecho de que ahora tendrá a mano la espada del Libertador Simón Bolívar, que la guerrilla que él mismo integró, el Movimiento 19 de Abril (M-19), robó hace 48 años de la céntrica Quinta de Bolívar.