El Senado estadounidense logró aprobar este domingo el ambicioso plan climático, sanitario y fiscal de los demócratas, que contempla inversiones de miles de millones de dólares en energía limpia en los próximos diez años, en una votación en la que hicieron falta todos los votos progresistas de la cámara más el voto de desempate de la vicepresidenta, Kamala Harris.
La Ley de Reducción de la Inflación, nombre oficial del proyecto, salió adelante gracias a la disciplina de voto de los senadores demócratas, que aguantaron una sesión maratoniana de más de 20 horas de debate y enmiendas en la que los republicanos trataron de forzar votaciones políticamente difíciles con la intención de echar por tierra el consenso progresista.