El noruego Jakob Ingebrigtsen dejó atrás su decepción por la derrota en 1.500 ante el británico Jake Wightman con una gran exhibición en la final de 5.000 de los Mundiales de Eugene, que controló a su antojo a lo largo de los últimos 900 metros.
El campeón olímpico de 1.500 tomó la cabeza en ese punto y fue modulando su velocidad para alejarse cada vez más de sus rivales a medida que se aproximaba a la meta.