Asia es escenario esta semana de las crecientes tensiones entre China y EE.UU., agudizadas por la visita a Taiwán de la presidenta del Congreso, Nancy Pelosi, y la respuesta de Pekín, que han removido las aguas en un continente que observa con temor la emergencia de viejos y nuevos focos de conflicto.
La congregación este jueves de altos cargos de EE.UU. en Asia, con Pelosi en Corea del Sur; el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, presente en una reunión de la ASEAN en Camboya; y su "número dos", Wendy Sherman, arrancando una gira por el Pacífico sur, evidencia el pulso entre Pekín y Washington por una zona en plena ebullición.