Desde que el pasado 3 de noviembre el fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI), Karim Khan, anunciara la apertura de una investigación formal a Venezuela, defensores de esta decisión repiten, como si de un mantra se tratase, que el presidente Nicolás Maduro y altos funcionarios están en el punto de mira del alto tribunal.
Pero es falso, al menos, de momento.Khan lo dejó claro antes de irse de Venezuela, tras una visita de tres días, y lo reiteró a su regreso a La Haya (Holanda), donde se encuentra la sede de la CPI: "No se ha identificado a ningún sospechoso". Las pesquisas se centrarán en confirmar, o no, si se produjeron delitos sobre los que el alto tribunal tiene competencia.