Militares, algunos de alta graduación y que pertenecieron al Batallón La Popa, reconocieron públicamente este martes y frente a familiares de las víctimas que ordenaron a subalternos asesinar a campesinos e indígenas del norte de Colombia a los que hicieron pasar como guerrilleros muertos en combate en complicidad con grupos de autodefensas.
"En el teatro de operaciones se hacían cosas totalmente distintas a las que figuraban en los papeles de las operaciones. A todos estos asesinatos obviamente se les daba la cara de legalidad", dijo el mayor retirado del Ejército Guillermo Gutiérrez Riveros, quien fue jefe de operaciones del Batallón La Popa.