El movimiento indígena de Ecuador, tras una dura protesta de 18 días contra las políticas económicas del Gobierno del presidente Guillermo Lasso, salió este jueves altivo y con algunas reivindicaciones alcanzadas en una mesa de diálogo mediada por la Iglesia católica donde se puso fin a la movilización.
Desde que comenzaron las protestas el 13 de junio, Ecuador ha vivido casi tres semanas con numerosos enfrentamientos entre manifestantes y policías que han dejado seis muertos, entre ellos un militar, y alrededor de 500 heridos entre manifestantes y fuerzas de seguridad.