Un grupo de vecinos cumple un mes y medio instalado a las afueras de un albergue para familias migrantes en movilidad en el sureño estado mexicano de Chiapas, pues se oponen a su puesta en funcionamiento.
Los manifestantes, representantes de unas 20 colonias populares de Tapachula, en la frontera sur mexicana, han montado un campamento con carpas y lonas desde inicios de agosto e incluso han improvisado una pequeña cocina, donde elaboran sus alimentos, a fin de mantenerse permanentemente en las cercanías de lo que antes era un Centro de Desarrollo Comunitario (Cedeco).