Ni el izquierdista Gabriel Boric ni el ultraderechista José Antonio Kast, que disputarán la Presidencia chilena el próximo domingo, tendrán mayoría propia en el Congreso: el actual escenario obligará a quien gane a forjar alianzas estables que den viabilidad a su proyecto, en un espacio fragmentado y presionado por la calle.
Es que los comicios del pasado 21 de noviembre no solo definieron un balotaje marcado por posiciones antagónicas, sino además una dispersión de fuerzas políticas y la irrupción de otras nuevas al hemiciclo que darán particularidades al diálogo entre los poderes Ejecutivo y Legislativo para el próximo periodo.