El expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, favorito para las elecciones brasileñas de octubre, se reunió este viernes en Río de Janeiro con pastores en un intento por cortejar el voto de los evangélicos, una de las principales bases electorales de su rival, el mandatario Jair Bolsonaro.
A menos de un mes de los comicios, el líder del Partido de los Trabajadores se desplazó hasta Sao Gonçalo, una deprimida comunidad localizada en la zona metropolitana de Río con gran número de iglesias pentecostales y que, en las elecciones de 2018, apoyó en masa a Bolsonaro, con un 67,35 % de los votos.