La convención que redacta la nueva Constitución en Chile arrancó hace ocho meses entre enormes expectativas, pero en los últimos tiempos se ha ido desinflando y actualmente atraviesa un momento delicado, con luchas internas y debates enconados, además de una campaña de desprestigio lanzada desde ciertos sectores temerosos de perder el "statu quo".
Las alarmas saltaron la semana pasada cuando tres encuestas pusieron cifras a la reducción de la confianza y situaron por primera vez como ganadora la opción de rechazar la nueva Carta Magna en el plebiscito del 4 de septiembre.