Con la central nuclear de Zaporiyia en manos rusas, Kiev intenta implicar a toda costa a la comunidad internacional en su conflicto armado con Moscú, que se opone a la internacionalización de la guerra.
"Si dejamos que Rusia gane la guerra, entonces podrá dictar sus condiciones a Europa (...). En el mundo comenzará una reacción en cadena en la que otros Estados autoritarios entenderán que pueden lograr sus objetivos con la ayuda de una guerra agresiva", aseguró Mijailo Podolyak, asesor presidencial ucraniano, a un diario finlandés.