El Salvador intensificó en los últimos días las capturas de supuestos pandilleros como parte de las medidas de un régimen de excepción que continuará hasta finales de mayo, que suspende garantías constitucionales y otorga poderes extraordinarios al Gobierno de Nayib Bukele para su "guerra contra las pandillas".
De acuerdo con el mandatario, en los últimos días el ritmo de detenciones se elevó a más de 1.000 por jornada, con lo que las capturas llegaron a más de 18.000.