Los yihadistas golpean por primera vez en Bamako el bastión de la junta militar que gobierna en Mali, que vive un creciente vacío de seguridad debido a la retirada escalonada de las fuerzas antiterroristas internacionales.
El ataque de hoy, en el que se han utilizado coches bomba y armas pesadas, se produjo contra la importante base militar de Kati, 15 kilómetros al norte de Bamako, donde también reside el jefe de la junta, el coronel Assimi Goita, y su ministro de Defensa, Sadio Camara.