En una de las zonas más conflictivas del sureste mexicano, jóvenes indígenas tzotziles con padres desplazados de sus comunidades, se unieron en una orquesta y un coro para romper la violencia.
Un grupo de 46 jóvenes tzotziles, entre los 12 y 29 años, conformaron un coro y una sinfónica llamada "Por la paz de la zona norte", en la ciudad de San Cristóbal de Las Casas, con el objetivo de sensibilizar a la población a la no violencia y reactivar los espacios culturales abandonados por el Gobierno.