El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, aseguró tras la caída de Lisichansk, el último bastión ucraniano en la región oriental de Lugansk, que su país "no renuncia a nada" y que regresará a las zonas ahora en manos de los rusos.
Además, al menos 9 civiles han muerto y otros 25 ha resultado heridos en los bombardeos rusos de las últimas horas sobre diversos puntos de la región de Donetsk, en el este de Ucrania.