El Partido Laborista británico debe dejar de ser de denuncia para poder atraer a más sectores del electorado y llegar a gobernar, ha afirmado su líder, Keir Starmer.
"Debemos pasar de ser un partido de protesta a un partido que puede ganar el poder, para luego entregar ese poder a los trabajadores. No me disculpo por eso", escribe Starmer en un artículo publicado este domingo por "The Sunday Mirror".