El muro de reglas erigido por Estados Unidos para no recibir extranjeros ha logrado mantener prácticamente “la frontera cerrada”, como pone en evidencia la reducción en la cifra de extranjeros atendidos en el centro de Caridades Católicas en el sur de Texas, asevera la hermana Norma Pimentel.
Pimentel, directora de la fundación Caridades Católicas del Valle del Río Grande, dijo a Efe que el número de migrantes que logran pasar los controles migratorios en la frontera ha descendido drásticamente en comparación con la ola de extranjeros recibidos en marzo y abril del año pasado, que desbordó la capacidad del centro.