Más de 7.500 republicanos españoles fueron deportados durante la II Guerra Mundial al campo de concentración austríaco de Mauthausen, entre ellos sólo siete mujeres, que también lucharon contra la barbarie nazi en Europa al tiempo que hacían frente a una discriminación exacerbada por su género.
En el transcurso de la guerra (1939-1945), las prisioneras fueron trasladadas desde el campo de mujeres de Ravensbrück (Alemania) hasta el de Mauthausen, situado a unos 160 kilómetros al oeste de Viena.