En el interior de la Central de Abasto de la Ciudad de México, el mercado más grande de América Latina, una innovadora planta transforma aceite comestible usado en biodiésel para el transporte público de la capital y evita así que este producto continúe contaminando las aguas.
Pocos metros después de la entrada de la Central, un camino conduce a una pequeña nave que alberga esta innovadora planta "100 % mexicana", que recibe a quien la visite con varias torres de garrafones y botellas que contienen aceite alimentario usado en su interior.