La buena racha legislativa que encadenan los demócratas estadounidenses en las últimas semanas ha cargado a su partido de una confianza que, según anticipa su líder en el Senado, Chuck Schumer, les hace prever nuevos escaños en las elecciones de medio mandato de noviembre.
En esos comicios están en juego un tercio de los 100 puestos del Senado y los 435 de la Cámara de Representantes.
Los demócratas gozan de una ajustada mayoría en el primero y controlan la segunda, pero los republicanos necesitan una ganancia neta de solo cinco escaños para recuperar la Cámara Baja y tradicionalmente el partido en el poder lleva las de perder.