Un gigante tatuado y volcado con la clase obrera contra un cirujano musulmán convertido en multimillonaria estrella televisiva y aliado de Donald Trump: estos son los dos candidatos muy poco tradicionales y en las antípodas políticas que pelearán en Pensilvania por un escaño en el Senado de EE.UU.
La contienda, además de muy mediática por el llamativo perfil de los dos aspirantes, se presenta como una de las más importantes de las legislativas del próximo noviembre a la hora de decidir qué partido controlará la Cámara Alta.