El Gobierno argentino insistió este jueves con la llamada al diálogo con la oposición tras el atentado a la vicepresidenta Cristina Fernández, pese a la desconfianza de sus rivales políticos ante las acusaciones del oficialismo sobre los discursos de odio como promotores del ataque.
La portavoz de la Presidencia, Gabriela Cerruti, indicó que el pacto democrático de 1983 “se puso en zozobra” el 1 de septiembre con el intento de magnicidio a Fernández y que “tiene que ser ratificado” por lo que “diferentes funcionarios del Gobierno, en el Ejecutivo y en el Congreso están llevando adelante las conversaciones”.