La alta comisionada de las Naciones Unidas para los derechos humanos, Michelle Bachelet, denunció hoy las "devastadoras consecuencias" que ha causado en la población birmana el golpe de Estado del 1 de febrero de 2021, con 1.900 muertes y un millón de desplazados.
Otros 14 millones de personas necesitan urgentemente ayuda humanitaria, mientras "el pueblo birmano permanece atrapado en un círculo vicioso de pobreza, desplazamiento, violaciones de derechos humanos y abusos", señaló Bachelet ante el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, que celebra su 50ª sesión.