Treinta años transcurrieron desde la firma del acuerdo para convertir el puerto peruano de Ilo en una zona franca para Bolivia, que ha renovado sus esperanzas y visión en torno a ese proyecto por el impulso que supone la afinidad entre los Gobiernos de Luis Arce y Pedro Castillo.
Cuando se firmó el acuerdo en 1992, "se esperaba tener un lugar donde Bolivia pueda almacenar sus materias primas" y que empresas nacionales puedan invertir en la zona franca, dijo a Efe el viceministro boliviano de Comercio Exterior e Integración, Benjamín Blanco.