La coalición de Gobierno israelí de Naftali Benet cumple hoy el primer aniversario de su formación en plena crisis, sin consenso para tirar adelante políticas elementales y ante amenazas desde múltiples frentes que podrían causar su caída.
El Ejecutivo, formado por ocho partidos de todo el arco ideológico -desde ultraderecha, centro, izquierda e incluso islamistas árabes- logró crearse hace un año en un paso sin precedentes para echar del poder a Benjamín Netanyahu, tras cuatro elecciones en menos de dos años que mantuvieron a Israel en una profunda parálisis política.