El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, defendió este jueves en Estados Unidos su política de tolerancia cero contra la inmigración ilegal y destacó que, pese a la presión de la Unión Europea, Hungría no renunciará a ella.
"Fuimos los primeros que dijimos no a la inmigración ilegal y que paramos la invasión de inmigrantes ilegales.
Creemos que parar la inmigración ilegal es necesario para proteger nuestra nación", dijo en Texas durante su discurso en la Conferencia de Acción Política Conservadora.