El informe del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) sobre la planta de Zaporiyia no ha servido para frenar el cruce de acusaciones entre Rusia y Ucrania de bombardear terrenos cercanos a la mayor central nuclear de Europa y de poner así en peligro la seguridad de Ucrania y de toda la región.
El Consejo de Seguridad de la ONU se reunió este martes, a petición de Rusia, para tratar específicamente sobre la situación de Zaporiyia, y lo hizo horas después de que el OIEA publicara en Viena un informe de 52 páginas elaborado después de que los inspectores de ese organismo visitaran durante una semana la planta, ocupada por fuerzas rusas casi desde el inicio de la invasión de Ucrania.